jueves, 10 de diciembre de 2009

Anti-minaretes o anti-musulmanes?

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No había visto el cartel propagandístico para votar a favor de la prohibición de los minaretes en Suiza, pero cuando lo he visto, he flipado.

Se trataría de parar la DISCRETA INVASIÓN de musulmanes que estaría ocurriendo en Suiza, entendiendo como invasión colocar cuatro minaretes en sus mezquitas, que además sólo sirven de adorno, ya que no se utilizan para lo que son, la llamada a la oración, que es lo que podría resultar molesto, al ser cinco veces al día las que un musulmán tiene que rezar.

Bajo mi punto de vista, no es más que otra manera de expresar el racismo, ya que el fondo de la cuestión no son los minaretes. Eso es sólo una excusa. La cuestión de fondo queda muy clara, tanto en el cartel, como en el slogan que lo acompaña: parar la invasión musulmana (lo de discreta supongo que sería para quedar menos mal, si es posible).

Que esto ocurra en un país como Suiza no hace más que evidenciar lo que ocurre a nivel de todo el continente europeo: una ola de miedo o rechazo, o ambos, ante la inminente llegada de musulmanes, que para qué engañarnos, va in crecendo.

A esto no ayuda la campaña tanto americana como de la ultraderecha centroeuropea (en alza en los últimos años) en contra de los países musulmanes, alegando para ello el fanatismo de los que practican esta religión, sin tener en cuenta que están ( o estamos) cayendo en un error de generalización. No todos son así de fanáticos, ni mucho menos. Haberlos, hailos, por supuesto, pero ¿son más o peores que los fanatismos anti-musulmanes?

Lo dudo, pero argumentando que los fanáticos musulmanes son los terroristas que están "atentando contra el mundo occidental" se convence a la gente para volverse fanático en contra de los musulmanes. Así sería fanatismo de unos vs fanatismo de otros. y por si no fuese suficiente, el fanatismo europeo cada vez arrastra a más adeptos...empieza a ser preocupante.
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3 comentarios:

Tilda dijo...

No me considero ultraderechista ni fanática...pero estoy en contra de los minaretes, de los burkas y de muchos otros aspectos de una religión que condena a morir en vida a las mujeres. Si queremos una Europa laíca e igualitaria hay que ser inflexibles.
Precisamente, ayer ví Ágora...Me pareció aterrador cómo refleja la pujanza de esos cristianos iluminados, dispuestos a inmolarse, enloquecidos... me hizo pensar que cuando una tolerancia mal entendida nos lleva a la inacción toda una cultura puede acabar devastada.

nujki dijo...

A eso me refería. No toda la religión musulmana se reduce a llevar burkas, ese es el roblema, que la gente lo reduce a esos fanáticos musulmanes que sí que obligan a las mujeres a llevarlos.
Igual con los cristianos de la película, el problema es el fanatismo, no la religión de unos o de otros. Auqnue opino que las religiones son la razón de muerte de más personas desde que existen.

Tilda dijo...

Supongo que habrá otra forma de entender la religión musulmana...pero lamentablemente los que así lo hagan no están en el poder de los países teocráticos que se rigen por los preceptos del Corán...Tampoco se hacen oír demasiado los que tienen oportunidad de expresarse, es decir, los que viven en países occidentales (en sus lugares de origen no se puede hablar salvo acabar lapidado, sin lengua o colgado de una grúa...)para pregonar su tolerancia...
Así que me ciño a la cruda realidad y a lo que la historia ha ido dejando escrito a lo largo de siglos y siglos...