martes, 30 de junio de 2009

Wassssssup!

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Hace ocho años, esta frase fue de lo más utilizada en muchos ámbitos y situaciones, y fue debido a un anuncio de la cerveza Budweisser, que ganó el Gran Premio en el festival de Cannes, y a mí me parece que bien merecido, porque es bastante divertido, y porque llegó a la población con su coletilla del "Wasssssup!", que en realidad es lo más importante de un anuncio.

Pues bien, en 2008, se reutilizó la misma campaña, con los mismos actores (algo cambiaditos, todo sea dicho)pero en esta ocasión para apoyar la candidatura de Obama en las elecciones norteamericanas. Me parece de lo más gráfico en cuanto a expresión de lo que se necesitaba en EEUU: cambio. Sea como sea, cambio. Porque tal y como estaban las cosas, a peor no se podía haber ido...

El nuevo anuncio "revisado" recibió, de nuevo en el Festival de Cannes, pero de este año, una mención especial.



Gracias a mi fuente de información particular, que sabe que me encanta esto de la publicidad... :)

jueves, 25 de junio de 2009

Psicología Social

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Es una parte de la Psicología que me parece de lo más interesante, porque nunca dejo de sorprenderme de lo poderosa que es la raza humana como masa. Somos seres sociales sin ninguna duda, pero a veces me causa terror ver cómo actuamos como grupo, cuando nos dejamos llevar por la multitud, porque nos volvemos parte de ella y dejamos de ser "humanos" en el sentido metafórico de la palabra, para convertirnos en animales simple y llanamente. Como ejemplo, pongo este vídeo de algo ocurrido en Nápoles la semana pasada. La mafia calabresa dispara a un hombre que sólo caminaba por la calle y cuando él y su mujer acuden al metro en busca de ayuda, esto es lo que ocurre:



El hombre murió desangrado.
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martes, 23 de junio de 2009

Libros: El Palacio de la Luna

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Tenía un poco abandonada la lectura, por diversos motivos, entre los cuales se hallaba el de que no conseguía encontrar uno lo suficientemente interesante como para engancharme. Cayó en mis manos el primero de la trilogia de Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres y como cuaquier best-seller que se precie, me tuvo bastante absorta hasta que llegué al final, pero pasando sin pena ni gloria. Pero ya hizo algo más, crearme de nuevo la inquietud por leer, así pues, pedí recomendación al oráculo de los buenos libros, esto es, mi padre, y me recomendó El Palacio de la Luna, de Paul Auster.

La verdad es que me ha gustado mucho. Cuenta la historia de un joven que vive en Nueva York y de cómo logra sobrevivir en y a La Sociedad. Un viaje hacia los límites insospechados del instinto de supervivencia de la raza humana. Lo recomiendo.

sábado, 20 de junio de 2009

Reloj

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Cuando era más jovencita, a los 14-15, siempre llevaba reloj. De hecho, era casi una esclava de él. Me pasaba mirando la hora todo el día, casi a cada minuto. A ver cuándo acababa la clase, cuándo empezaba el recreo, cuándo me iba a casa, cuándo había quedado, cuándo irme a dormir...
Los tenía de todos los tipos, formas y colores, unos diez aproximadamente y en fechas señaladas siempre era un recurrido regalo. Y llegó el verano en que cumplía 17años, época en la que podía leer mucho más que el resto del año, y me tropecé con este texto de Julio Cortázar:

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

Me lo quité y nunca más he vuelto a llevar reloj, excepto por algún motivo especial, y de manera puntual. Ya no sirve como regalo, pero me siento un poquito más libre.

jueves, 18 de junio de 2009

Manías

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Todos tenemos alguna, o varias, por qué no...

- Tomar el café en taza y nunca jamás en vaso porque "es que no sabe igual!"

- No secarse con toalla después de la ducha porque es malo para la piel...

- Comer con un tenedor de determinadas características porque si no es incómodo...

- Estudiar con los apuntes perfectamente alineados porque si no desconcentran...

- Morderse las uñas o los padrastros...

- Poner servilletas de papel debajo de la cerveza porque si no, moja...

- Usar toallas o sábanas ya un poco viejas porque si no "es que están demasiado nuevas!"

- Arrancar las chapitas de las latas porque si no, no te quedas a gusto...

- Leer la última palabra de la última página de un libro antes de leerlo...

Todas estas, las tienen personas que me rodean, o yo misma, y en algunos casos pueden llegar a resultar molestas, pero para mí no. Para mí, cuando no son por patologías, son el resultado de conocer a alguien.

Cada una hace que cada uno sea diferente a los demás, una forma única de hacer las cosas, y si las descubres, es porque has pasado tiempo con esa persona, porque empiezas a tener confianza con ella y vas descubriendo pequeños detalles que en un principio no se muestran. Aprender a valorarlas o respetarlas es la clave de la convivencia.

jueves, 11 de junio de 2009

Sí, es posible

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A toro pasado ya, pero he encontrado este video y me ha inspirado muy buen rollo, después de todo lo que hemos respirado en esta campaña (y sigue respirándose)hace falta algo así y quería compartirlo. Me encanta.

lunes, 8 de junio de 2009

Decepcionante Europa

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Ayer domingo, han sido las elecciones al Parlamaneto europeo y hoy lunes es un día nublado (hecho objetivo) y triste (hecho subjetivo). Y es que para empezar me desconsuela la gran abstención que ha habido, sólo han votado un 43.39 % de los españoles, menos de la mitad. Creo que es porque no hay motivación para ir a las urnas, y esto es culpa de los políticos, en parte, porque la otra parte es culpa de cada uno de nosotros, por no valorar lo importante que es el hecho de poder expresarnos en un Estado democrático. ¿Por qué el ser humano será así?en cuanto tenemos algo, dejamos de darle importancia...con lo que a otros les costó que pudiesemos votar, y no lo apreciamos. Yo personalmente voto siempre, porque, primero, creo que es mi obligación como ciudadana y segundo, porque así veo disipada, aunque sea un espejismo, la sensación de que otros controlan absolutamente todo. El problema es que para poder controlar desde abajo deberíamos estar más unidos (votar simplemente) y el concepto de unión ha quedado en el famosos baúl de los recuerdos.

Y curiosamente, los que no votan, siempre son los de izquierdas...castigando a los partidos por no hacer bien su trabajo, muy deficiente en el caso de la izquierda. Es lo suyo, pero sólo me queda preguntarme por qué los de derechas no actúan bajo los mismos parámetros. No castigan ni si quiera la corrupción, sólo hay que ver el caso de Camps en Valencia o el de Berlusconi en Italia, que ha tenido los mismos votos, los mismos! (lo de Italia no lo entiendo...)¿Será que piensan que es mejor tener un líder de derechas, corrupto, pero de derechas al fin y al cabo, que uno de izquierdas?¿Es cuestión de ideas o ya es fanatismo?



Y por otra parte, la sombra del "miedo" también ha aparecido este lunes. Y es que la derecha está aventajándose poderosamente. Y con derecha no me refiero sólo a los partidos democráticos con tendencia "derechosa", sino a la derecha de verdad, a la que acaricia la xenofobia y mantiene un discurso con aires de la época nazi. Y es que ha sido la gran vencedora en países como Finlandia, Austria, Hungría, Eslovaquia y Holanda, de lo más adelantados del continente por otra parte. Dá qué pensar, y que temer.

Nos creemos que estas elecciones no nos incumben...veremos cuando se decidan cosas como la última gran polémica que surgió a nivel de Parlamento Europeo: la jornada de 65 horas!y nuestros representantes sean de tendencia conservadora o ultraconservadora y casi nazi. Veremos...
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jueves, 4 de junio de 2009

"Gran Torino"

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Ultimamente no voy mucho al cine, basicamente por falta de recursos económinos (es lo que tiene opositar)pero también es verdad que se debe en parte al buffet de películas petardescas que se puede ver en los últimos tiempos. Y es que no hay nada que me moleste más que gastarme el dinero de una entrada y perder dos horas, para ver algo que no me aporta nada, ni me dice nada, ni me entretiene si quiera.

Dicho esto, siempre hay excepciones y se puede rescatar de algún cine recóndito y dándose mucha prisa (ya que el tiempo medio de duración de estas películas en cartelera suele ser de dos semanas) alguna historia que te hace reflexionar sobre algo, aunque en principio no sea la temática central del filme.

Y eso me ha pasado con el "Gran Torino". Es algo que aparece en la película como un detalle más, pero que a mí me ha dado qué pensar, algo que por cierto me ocurre bastante con las películas dirgidas por Clint Eastwood, que son de lo mejorcito (no quería pasarlo por alto). Es la relación que mantiene el protagonista, un hombre mayor, viudo, con sus dos hijos, ya casados y con sus respectivas familias formadas. Esta relación es casi nula, excepto cuando los hijos le llaman a casa o van a visitarle, única y exclusivamente cuando quieren sacar algo de él, ya sea dinero, unas entradas de fútbol, o conseguir meterle en una residencia para quedarse con su casa. Apenas dedican tiempo en la película a estos hechos, son algo más, pero me produjo una gran repugnancia. Y es que no sólo es el egoismo con el que le tratan, sino que además están convencidos de que son unos estupendos hijos, que hacen todo lo que pueden por su padre y éste sólo les responde de malas maneras y con desplantes, en definitiva, que ni se plantean que esta manera de actuar o no concederles lo que le piden, se puede deber a cómo le tratan a él.

Esto me lleva a preguntarme si no somos todos en parte así. Nos creemos en derecho de obtener absolutamente todo de nuestros padres, porque es su obligación, si no, que no nos hubiesen tenido ¿no?. Y da igual que les tratemos bien o mal, porque somos sangre de su sangre e independientemente de cómo seamos con ellos nos "merecemos" heredar todo lo que es suyo, lo que tanto les ha costado obtener, así, sin más, y si no es así, la ofensa es tremenda y se transforman en los peores padres de la historia. Pues no, ya que les chupamos la sangre, porque es lo que hace un hijo con sus padres (voluntaria o involuntariamente), agradecérselo no está de más, y considerar que la obligación es recíproca, que tratar bien a alguien no cuesta tanto, y menos si son las personas que han hecho posible que estés donde estás.