martes, 27 de octubre de 2009

Martes al sofá

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Hacía mucho tiempo, ni me acuerdo, que no veía la televisión por la mañana un día de diario. Me he acordado de por qué.

Cuando estás malo no te apetece hacer nada, ni pensar, sólo estar ahí dejando que pase el tiempo y el gripazo, así que la mejor opción parecía ser la tele. Y ahí estoy yo, cambiando de canales y pasando de Aramis Fuster haciendo un embrujo, o deshaciéndolo a Cristiano Ronaldo, a cuatro tontos a las tres hablando de Gran Hermano vigésimo sexto, a truculentas historias de antiguos miembros de una secta (desde el morbo más asqueroso), a unos horteras buscando pareja y diciendo con quién se han acostado, para finalizar en un canal de teletienda viendo cómo anuncian máquinas para adelgazar y créditos inmediatos. Por supuesto, apago.



Y al apagar, me doy cuenta. Yo estaré aquí delante un día, a lo sumo dos. Pero, ¿y la gente deprimida?¿o la gente en paro? Creo que son los principales consumidores de televisión matinal, y estoy segura de que este tipo de televisión y este tipo de anuncios no deben ayudarles mucho. La televisión fue creada en un principio para entretener y divertir, y ahora es un foco de insultos y hacer sentir mal a la gente. Viva la evolución.

2 comentarios:

Luiso. dijo...

y miercoles y jueves y viernes...

nujki dijo...

y sábado y domingo...