Publico estas dos fotos, porque me encantan, sólo por eso. La primera está hecha por Marta (toda una artista en potencia). Es el suelo de Berlín tras todo un día de lluvia y captó justo el único momento en el que salió el sol, a través de un charco en la carretera.
La de abajo, hecha por mí, es otro día en Berlín también (ahora que lo pienso, cómo llueve en Berlín!) cuando estábamos dentro del monumento en memoria de los muertos en el Holocausto nazi. Recomiendo a todo el mundo ir a Berlín, por muchos motivos, pero si vais, teneís que ver este monumento, que os expliquen su historia, toda la polémica que creó el construirlo, el material del que está hecho (de ahí que las gotas queden así) y sobre todo, que os paseeis por dentro. Sí, he dicho por dentro, porque en este monumento tú te puedes meter y pasear, ahí está la gracia y de pronto en medio de la ciudad te encuentras perdido, como en un laberinto y todo se llena de silencio. Creo que ningún monumento capta la esencia de lo que quiere representar tan bien como éste.
1 comentario:
Hay que ver lo bien que nos lo pasamos en Berlín. Eso si lo vimos a través del agua, porque en pleno julio parece ser que empezó a llover justo cuando llegamos. Lo importante es que nos reunimos las tres otra vez despúes de todo un curso sin Elena.(Hay que ver que cursi me he puesto, jejeje)
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