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Ultimamente las conversaciones que mantengo acaban derivando hacia la ciudad de Barcelona. He hablado mucho de ella y con muchas personas, principalmente porque dos personas cercanas se han ido a vivir allí, como ya comenté, porque voy a ir a un concierto proximamente a esa ciudad, ya que en Madrid no tocan, porque el único programa de televisión que veo se emite desde allí y porque Barcelona ha significado mucho en mi vida. He viajado allí 8 o 9 veces. Con mis padres, con amigos, sola, con otra persona y para cometer alguna locura, de estas de las que luego te arrepientes, pero que hay que hacer. De todos ellos saqué algún resultado de estos que te marcan.
¿Casualidad?puede ser, y a lo mejor es por todo esto que para mí Barcelona, aparte de una preciosidad, es un sitio ideal, pero sinceramente pienso que de forma objetiva van por delante en muchas cosas y en cierto modo, les admiro por otras. Por eso voy casi todos los años, lo seguiré haciendo y no descarto vivir una temporada (más o menos larga) allí.
Pero el otro día, y a raíz de la medalla otorgada al gran Sabina, me dió por pensar en Madrid (dejando a un lado que en belleza no tiene por qué envidiar en nada a la capital catalana). Para empezar, agradeció que le otorgasen la medalla de Madrid, sin ser de aquí, para luego añadir que exactamente eso es Madrid. En cuanto la pisas eres de aquí, porque otra cosa puede que no, pero es la metrópoli multicultural por excelencia. Cualquiera puede ser de Madrid, y además sentenció con la frase que me dió por ponerme a pensar en esto: " No me imagino, ni es imaginable, a los madrileños desfilando tras una bandera de la ciudad". Algunos lo achacarán a que es porque no hay una historia detrás, a ellos les digo sólo que lean un poco. Y sinceramente, creo que es lo contrario, que la hay, pero que no sea el eje central es lo que permite admitir que cualquiera pueda convertirse en ciudadano madrileño, sin ninguna dificultad, además. No lo veo tan claro en Barcelona, ya sea por su arraigada cultura, que en Madrid no se nota pero que en Barcelona hasta se puede masticar, o por el catalán. Supone muchas más trabas, indudablemente.
Lo que queda saber es qué es mejor, si un pueblo avanzado en muchos aspectos, entre ellos, los ideales, con una cultura y tradiciones claras, algo que me parece muy positivo, o un pueblo en el que la historia a lo mejor esté un poco olvidada por sus habitantes, pero en el que no suponga ningún problema integrarse, por su multiculturalidad y exención de nacionalismos.
Creo que esto me ha llevado a la conclusión de que a lo mejor no es que los barceloneses estén más avanzados que los madrileños, sino que simplemente caminan por sendas diferentes. Y obviando, como siempre, los generalismos y estereotipos que tanto detesto, muchas veces se encuentran en algún punto para saludarse, charlar o ayudarse, olvidándose de dónde dicen los políticos que son o no son. Y mi experiencia personal, cuando esto ocurre, ha sido de lo más satisfactoria.
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