miércoles, 22 de octubre de 2008

Crisis en la crisis

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Llevamos muchas semanas oyendo hablar de crisis y más crisis y parece que las cosas van volviendo poco a poco a su cauce, por llamarlo de alguna manera, y poniendo a algunos en su sitio, que no a todos los que se lo merecen. Pero no me voy a detener en hablar sobre el desternillante hecho de que los contribuyentes deban pagar con sus impuestos las arriesgadas jugadas y salidas del tiesto de algunos directivos bancarios, porque podría estar horas...El caso es que el 15 de noviembre se celebra una reunión, muy importante, al parecer, del G 20, es decir, los 20 países más poderosos a nivel mundial, incluyendo desde la UE, Asia, Sudamérica y EEUU.

Al parecer, los españolitos no nos encontramos entre la alineación de los galácticos, e incluso merecemos algún desplante que otro del presidente francés, tan hiperactivo él, que ni si quiera piensa lo que dice, lo cual le ha llevado a tener que rectificar esta mañana y unirse al llamamiento de Durao Barroso y Gordon Brown, que pidieron a Bush que invitara a Zapatero a esta cumbre.

Ante esto último es ante lo que me quiero detener: el anfitrión de esta cumbre. Y para ello me hago eco de las palabras de Iñaki Gabilondo en el telediario de hoy, que me parece que es de lo poquísimo que se puede escuchar ultimamente en la caja tonta. Me parece vergonzoso, como mínimo, que haya que pedir a Bush que invite, no a Zapatero, sino a nadie! a una cumbre creada para solventar una crisis a la que nos ha arrastardo él. Él, que no ha sido más que un cáncer para su país y por ende, para el resto del mundo, ya que queramos o no, EEUU es el que marca la pauta, y claro, debemos pagar todos la estupidez innata, adquirida y todas los medios que se puedan imaginar para hacerse más idiota cada día, del que maneja los mandos.

Es importante que España esté en esa cumbre, veremos a ver si es así o no, depende de la ya mencionada "lucidez" del jefe del cotarro. Pero más que sobre la cuestionada asistencia de Zapatero, me pregunto si no deberíamos cuestionarnos la asistencia del mismo Bush, igual las cosas iban mejor, y aunque para esa fecha ya será un cadáver político (esperemos que lo entierre Obama), todavía estará ejerciendo como presidente en funciones, y como dijo un sabio: "nunca subestimes el poder de un imbécil".

En conclusión, que deberemos esperar a la decisión del presidentito, aunque ya hemos ganado algo: el apoyo de varios asistentes a la reunión y su petición pública para que asista Zapatero, lo cual significa que si al final no acude por no ser invitado, será evidente que es por los problemas personales y la poca simpatía que le profesa el presidente de EEUU. Eso sí, aunque esto pase y no acudamos, y nos guste más o menos cómo está llevando Zapatero el Gobierno, esta enemistad, sin duda, le honra.

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